Demuestra
la decadencia, la melancólica y patética devaluación del hoy, esa pretensión
boba de elevar a rango de referencia, de efeméride, las jornadas de los indignados
que inundaron la Puerta del Sol con un remedo cutre de “happening” trasnochado
y reivindicativo, diez años hará, con el que consiguieron acobardar a Rubalcaba,
o provocar su bendición, y echar a perder durante impresentables semanas la
convivencia y el natural curso de la vida en el centro de ese Madrid que sigue
siendo el centro de España, a pesar de algunos.
Bienintencionados,
los hubo; motivados de sobra por injusticias y abusos de nuestra conflictiva y
deficiente democracia; también había un contingente de “revolucionarios” de
pacotilla. Todos, ofuscados de ignorancia, que en seguida capitalizaron y
lideraron los casposos canallas y cantamañanas que luego no han tardado en
abandonarlos, decepcionarlos, traicionarlos, portándose (la hipocresía y el
engaño empeoran la conducta) con la misma infamia de la que tan quejosa letanía
habían hecho bandera.
Por
crédulos, merecen acaso la frustración; algunos gritaban exaltados,
proclamándose con soberbia “protagonistas” de acontecimientos históricos, en la
agitación de aquellos días.
En
caso de que hayan madurado, aprendido, escarmentado, puede que para otra
ocasión no se dejen embaucar con tanta facilidad por los que siempre encarnan
al flautista de Hamelín, sea en la difunta URSS, en las desgraciadas Cuba,
Nicaragua, Venezuela etc. que ya debieran ser enseñanza suficiente.
Siempre crítico y a veces certero,Maestro, acaso han madurado y aprendido viendo la victoria por goleada de la sin/par Isabel y su casticismo de nuevo cuño.
ResponderEliminarSuerte y salud querido Rodrigo,se te desea desde Aluche.