sábado, 25 de abril de 2020

La escena, esa palabra sin límites

Porque la realidad demuestra que la especie humana, por inadmisible que parezca, incluye por ejemplo al citado Sr. Mundstock y por otra parte al apodado "Cejas" o al tal Avilés, estos dos, catapultados a la notoriedad por concursos de telebasura, y todo ello queda miserablemente englobado por la general ignorancia en el "mundo del espectáculo", en la "escena".

El horror infinito que tal despropósito produce tampoco tiene límites. Y hablamos todo el tiempo de la contaminación, los virus, el cambio climático, las desgracias de la droga y otras calamidades; pero ¿nos estamos preguntando con la atención debida cuánta irreversibilidad, directamente proporcional al daño, comporta ese fenómeno que a generaciones enteras las contagia de la perversión en los gustos y las aficiones, el embotamiento de la inteligencia y la sensibilidad, los repugnantes efectos de la peor masificación?
O (y aquí, de las teorías conspiratorias) ¿conviene a los poderes orwellianos, monstruosos, que el rebaño terrícola quede reducido a una gigantesca masa informe y uniforme y, sobre todo, dócilmente manejable para una pandilla de diabólicos criminales? 

1 comentario:

  1. Abandone Vuesa Merced toda esperanza. El rebaño está encantado

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