Los desnortados que marcan nuestro rumbo, ahítos de soltar mentiras, triquiñuelas, disposiciones contradictorias e inútiles, o casi nada útiles, paños calientes, en plena orgía de incoherencias y arbitrariedades, anuncian las ostentosas y atropelladas medidas que regirán par la "desescalada" y el "desconfinamiento", palabros espesos con los que aturdirán nuestros oídos (y agotarán nuestras neuronas) en las jornadas presentes y por venir.
-- De momento: igual lo cambian todo por enésima vez, que ya sabes cuán aficionados son a las improvisaciones y las chifladuras.
-- Te noto un sí es no es frenético.
-- No es para menos. Lo relativamente claro es que estos palos de ciego no pueden arreglar gran cosa y que, si no se consigue una vacuna cuanto antes, la victoria de la que nos quieren convencer será pírrica y, como tal, acarreará un coste astronómico en todos los órdenes de lo que quede como "realidad".
-- No OSO contradecirte.
-- Pues ¿no te pareció muy de ellos la tontería de autorizar el funcionamiento de los estancos (para satisfacer a los fumadores) y no creo que se haya hecho lo propio con las bodegas o tiendas de licores, para la otra cofradía?
-- No seas suspicaz. Para empezar, tú ya estás retirado; y además, los ciudadanos van al estanco a comprar los periódicos para mantenerse informados...
-- Y una mierda de pretexto y otra de argumento. La gente ya se entera de la película (camelos y "cameos" incluidos) por la "tele". Y lo sabes, como dice el que te dije.
-- Paciencia, venga.
-- Ya. Estoy por cambiar de nombre.
--¿A cuál?
-- Job.
Pionono ha de discrepar del Hipocampo desde su doble condición de fumador y borrachín. La posibilidad de comprar tabaco no se justifica por la satisfacción de los fumadores, sino para impedir el caos que supondría tener a seis o siete millones de dependientes encerrados en sus casas bajo un tremendo síndrome de abstinencia, con consecuencias sociales imprevisibles pero, desde luego, indeseables.
ResponderEliminarY en cuanto a los licores y bebidas varias, se encuentran a disposición de Vuesa Merced, y de cualquier mayor de edad, en todos los supermercados de nuestra piel de toro.