Mendigando los votos
que tu tonta impotencia necesita
para seguir anclado en el sillón,
deshojabas tu falsa margarita
haciendo un lamentable papelón
que solamente aplaude tu cuadrilla.
Y entremetiendo dos o tres "morcillas"
en el guión previsto y postinero,
tu representación de pacotilla,
tu vanidad de peineta y mantilla
no fueron más que un pobre burladero
en que ocultar la insípida carencia
que da estructura al tono
mortecino de tu fosforescencia.
Un plátano y un mono,
relacionados como es usual,
nos habrían brindado
una muestra mejor de carnaval.
¿Y este estafermo, soso y "blandiblú",
con luces de colores de ambigú,
este aprendiz de cuesco, torpe y tieso,
nos habla de progreso
mientras intenta dárnosla con queso?
Estimado Don Rodrigo,
ResponderEliminarvaya haciéndose a la idea.
En este gran monipodio
en este molesto incordio
toca bailar con la fea.
Recuerde lo que le digo...