Descontando las feroces y sangrientas matanzas que entre sí llevaban a cabo los indígenas (en cuyas altamente evolucionadas culturas precolombinas se incluía con finura un fervoroso y simpático canibalismo) del todavía apenas Nuevo Mundo, ni siquiera aquello era el Méjico que hoy transitoriamente presides. Y desde luego que los conquistadores españoles, acordes con su tiempo, no se caracterizaron por las melindrosas delicadezas de nuestra contemporánea "corrección política". Ni hubieran tenido porqué, repito: acordes con su tiempo.
Es penoso tu antojo, extemporáneo, ridículo y algo insolente, si te fijas. Y en todo caso, con algunas mierdas que al presente parecen teñir tu terruño, ya tienes tarea; y que sí, que en todas partes cuecen habas, a mí me lo vas a contar. Pero tú deja el análisis del remoto pasado, y sus eventuales y discutibles reivindicaciones, para personas que mejor entiendan de ello, que no tiene pinta de ser tu caso, cuate.
Ya puestos: en los fragmentos de tus arengas que nuestras ruidosas televisiones -- con relevancia no del todo merecida -- emiten, observo que alternativamente dices que hubieron abusos y que hubo abusos. Advierte que ahí siempre y únicamente debes emplear hubo, lo que va a contribuir a tu mejor manejo de esa hermosa lengua española que se te dejó en herencia y con la que ahora se te ocurre plantear tus protestas de trasnochado bolchevique.
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