viernes, 2 de febrero de 2018

Entre la rigurosa actualidad y el descafeinado...

Estamos en el buen camino:
Purificados con nuestros escrúpulos de conciencia.
Liberados con pulcritud de nuestras hipocresías y cinismos.
Santos antológicos, almas inmaculadas que han lavado con lejía (Conejo, Los Tres Sietes) las que eran incontables manchas del pecado.
Dejando ATRÁS no sólo excesos a lo Diego, el Cigala, su profusión de oros y otros presumibles tambaleos del comportamiento, sino sublimados, en suma, por nuestras altas exigencias y decisiones definitivas.

Porque, superado que ha sido el listón, la durísima prueba ermitaña que ha supuesto la eliminación de las azafatas en la FórmulaI, lo siguiente, que esperamos con fervorosa impaciencia, será la sustitución inapelable de los correspondientes bólidos por unos carritos de cartón y madera para que los pilotos (Hamilton y los demás) tiren de ellos con unas cuerdecitas, de forma que la mansedumbre inocente de esta variedad de competición internacional nos redima, suprimiendo el escandaloso derroche de gasolina y sus efectos nocivos y contaminantes.
Así, ya se nos podrá facturar directamente al Cielo, dentro de impolutos envases de vidrio transparente que antes habremos repasado con Cristasol.

1 comentario:

  1. Veámoslo por el lado bueno. Tal vez eso ofrezca a Vuesa Merced y a Pionono presentar como modelos la próxima colección de Victoria Secret....

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