La compasión que siento al contemplar
esa estampa correcta y ejemplar
de esas niñas tan rubias y educadas,
fingiendo que esa sopa les agrada,
da al corazón muy honda puñalada.
¿De quién fue tal idea?:
ese color oscuro, esa textura,
ese aciago flotar de añadiduras...
¿Por qué tal disciplina, tal rigor,
tan decidida inquina en un potaje
y, encima, agua, por todo brebaje?
Sólo Felipe cataba un "culín"
de vino blanco y más bien escaso.
Y tanta austeridad y sobriedad
para acercar la imagen de Familia,
¿aporta claridad y reconcilia
a los más refractarios
opositores y contestatarios?
¿O más que un éxito es un fracaso?
¿Tan necesario ese infeliz detalle
resultaba para que el Hipocampo
se deprima, se agobie y se desmaye?
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