Que mis percances personales me tengan alejado de este "blog" (cosa que no es de mi agrado) no empece para que las noticias de nuestros discordantes mequetrefes políticos no me parezcan lamentables.
Cuatro meses para no llegar a puerto. Las culpas, rebotando de uno en otro, como pelotas de tenis, sea en tierra batida o de la otra, que aquí se ve mi conocimiento en la materia.
Títeres rellenos de frases rehechas (desde el minuto uno, por activa y por pasiva, altura de miras, sentido de Estado, el gobierno del cambio, mayoría progresista) y vacías que causan, a estas alturas, un hartazgo más que superior.
Con unas elecciones que lo van a dejar todo muy parecido a como ya está, hay que tener poca vergüenza para pedirle al personal que vote de nuevo, que colabore con esta frustrante e impotente "democracia".
¿No hay, entre esta gente mediocre, figurones menos incapaces, menos presumidos, menos individualistas ambiciosos de poder y gloria?
Hay mucha gana de poder y muy poca de servicio. Hay muy poco sentido común y mucha soberbia. Hay mucho sinvergüenza.... Demasiados!
ResponderEliminarla respuesta a tu última pregunta es NO
ResponderEliminarYo quiero pensar que ha habido gente que entró en política con buena voluntad...luego, la política, los intereses partidistas y personales todo lo enfangan,todo lo corrompen, y estos los corrompidos son los que acaban en el poder y sus inmediaciones... y asi nos va
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