Claro está que prefiero
la caldera de amor de tus caderas
a la comodidad refrigerada
del porche delantero.
Pero,
amor, aunque a gusto me quede
a preparar los canapés contigo,
cocinera
fermosa,
bajo la hélice elegante que ya sabemos,
considera que hoy,
5 de julio, Cádiz, humedad
relativa del todo por ciento,
un poco de levante
y 35º a la sombra,
lo tengo complicado y necesito
tu comprensivo permiso para una copa.
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