miércoles, 22 de abril de 2015

El gran Nicolás



No creo hilar demasiado fino si entiendo la creciente grotesca de tus bravatas, el delirio calenturiento de tus modales de tirano, tu retórica de feriante, como un intento de salvar tu inmerecido sillón de un naufragio que, si se demora en producirse, será ( ya lo está siendo) a costa de un infinito sufrimiento para los venezolanos.
No son recursos originales. Todo lo contrario: es la proverbial huída hacia delante, la costumbre de fabricarse un enemigo de ficción para despistar al personal azuzándolo contra otra y ajena causa. Se ha visto a lo largo de la Historia y en casi todas las latitudes.
Así que, consciente de que las conductas lamentables están, por desgracia, muy repartidas, y nadie podría predicar con el ejemplo, “como te digo una có, te digo la ó”, lo tuyo añade la clásica desproporción tropical, cosas del clima, y huele demasiado a la fase previa del expolio confiscatorio que tu rapiña seguramente está incubando, a la zarpa que pondrás sobre los intereses económicos de mis paisanos en tu país.
Con tu estilo, cualquier convención, cualquier acuerdo, cualquier norma corre más peligro que un juego de ruleta rusa entre borrachos de cantina.   

1 comentario:

  1. Me despistó ese título...

    Demasiados "Nicolases" se ven últimamente por ahí... Pero todos pequeños, ninguno grande...

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