Y su fórmula para hacer sangría.
Este hombre, alavés de pro, era por entonces el alto
capitoste del departamento de promoción en Hispavox, cuando ésta era la
compañía fonográfica española de más merecido prestigio.
A la sazón nosotros en Solera, nos invitó una noche a su
casa, creo que por Diego de León en Madrid y, junto a otras personas de la
música, mientras ponderaba el talento de Elsa Baeza con algún prodigio de la
gastronomía cubana, nos ilustró con su personal preparación de la sangría.
Más de 40 años después, todavía reincido casi todos los
veranos, y con aceptable lealtad, en la reproducción fiel de aquella propuesta,
de aquella equilibrada, poderosa, casi esotérica mezcla, respetando las
proporciones que nos recomendó y consintiendo, sólo de manera esporádica,
caprichosas y mínimas variantes como añadidos de mi aventurera y no obstante
nada valerosa fantasía.
Siglos sin saber de
ti, Fernando. Supongo que nos veremos cualquier día; a este paso, en alguno de
esos cielos que Alá nos depara, perfumados de huríes.
Acabo de oír la versión de Dover de "Noche Tras Noche" y creo que deberías ponerles una denuncia.
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