quizá imputables a demonios nefandos, impidieron estos
últimos días (30, 31, 1) la llegada puntual, desde el “Blog” Reflexiones del Hipocampo, de los enlaces cotidianos al “Facebook”. (Enrecomillo
ambos palabros, tan foráneos como asumidos por la multitud que somos, sumisa y
algo inerte.)
Algunas otras deplorables desapariciones intentaremos
subsanar próximamente.
A los estimados destinatarios de estas elusivas líneas
garantizo mi lealtad, o sea, que no me iría sin despedirme; y que soy ajeno a
los trastornos mencionados.
Cuando no señale, como ya he hecho otrora, las pausas
voluntarias, pensad que algo indebido ocurre.
Y disponed plenamente de reflexionesdelhipocampo.blogspot.com donde, toco madera, hasta
ahora todos los textos permanecen intactos y en su orden cronológico.
En Julio se cumplirá, Dios mediante, el primer año de su
andadura. Gracias.
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