Ya
está “colgada” en el internete. No cabía esperar otra cosa, en estos tiempos de
urgencias y ansiosas, atropelladas faltas de respeto, incluso cuando pretenden
explicarse como consecuencia de la idolatría que sea.
Lo
más que aporta este ejemplo de doliente melancolía es la creciente certidumbre
de que el genio/genio, si queremos conceder a los 4 esa condición, fue, cada
vez más claro, Lennon.
Por
su afilado humor, por sus respuestas ingeniosas y chispeantes durante las
entrevistas, por sus guiños mímicos en escena; por su independiente manera de
desgajarse -cuando aquello se echaba a perder por el desgaste, las derivas
individuales, la práctica imposibilidad de superar el propio listón del
cuarteto- del fenómeno global y arrasador que provocaron (tomen nota los patéticos
y fantasmones “revolucionarios” de mierda al uso) y con el que acaso se dieron
en los morros. Por su valiente insatisfacción y el inconformismo en el que se
debatía el gran tímido o inseguro, lo han asegurado de él, que fue.
Comparada
con el 99% de su deslumbrante repertorio histórico, “Now and then” es una
canción menor, tardía y que desatará con seguridad nuevas controversias entre
los incondicionales sin límite y los seguidores que mantienen una fidelidad sin
apasionamientos. La salvarán, en todo caso, la siempre sugerente entonación de
John, su personalísimo timbre de voz que cuesta trabajo confundir; su sello,
por encima de los otros tres. Su incuestionable encanto.