martes, 20 de noviembre de 2018

Nuestra naturaleza

-- ¿Y vas a desarrollar lo último de ayer?
-- Con tal que no se me achaque falta de respeto por el encaje del infinitivo...

Conscientes de lo que el dicho popular afirma, que más que dos carretas, tiran (Vuesas Mercedes ya podrán completarlo a placer), las chicas de Femen, quienes quizá no pertenezcan a la escudería de Almodóvar, rotulan con "graffiti" (como los vándalos del Metro) el escaparate rampante de sus torsos, procurando que protestas y reivindicaciones se bamboleen con airosa gloria para nuestra memoria...
-- ¿Y entendimiento y voluntad?
-- Acaso: no digo yo que no.
... y sabedoras de que será por igual convocada la atención de vasallos y de reyes con tal exhibición de "les mamelles".
¿Hay pancarta más digna para hacer prosperar esas consignas? Lo que pone de manifiesto, contra viento y marea, el renuente y vigente (también chocante, para según quién) consenso sobre la utilidad en la utilización del cuerpo objeto de la mujer ídem. Y esto, desde la Venus de Willendorf, pasando por gran parte del jardín del Renacimiento, hasta las odaliscas de Ingres, las gorditas del colombiano Botero y un infinito y prolijo intercalado de etcéteras.
Si ello rechina o escuece, como a veces ocurre, habrá que hacérnoslo mirar, tomar cartas en el asunto, darle hilo a la cometa, tiempo al tiempo.
Houston, ¿tenemos un problema? ¿O sólo se trata de nuestra naturaleza mamífera, de añoranzas ancladas en lo más recóndito de nuestros orígenes?
-- ¿Te da la risa?
-- No siempre.
 (Y puede que otro día analicemos lo que va de un seductor canalillo umbrío al terso, hermoso resplandor de un esternón.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario