viernes, 30 de noviembre de 2018

Del linaje de Salomón

Cuando un juez redacta, y luego lee con voz clara y tono mesurado, las conclusiones, decisiones, resoluciones que, interpretando la Ley, constituyen sus autos y sentencias, la nobleza de las palabras se muestra con majestad y elegante equilibrio.
Y ese mensaje, esa impresión recibirá el espectador sensible y atento durante las correspondientes secuencias que protagoniza Emma Thompson de manera magistral, comprendiendo la firmeza y el rigor de un personaje que, por otra parte, también está sometido a los vaivenes de una vida personal en conflicto con la desmedida y absorbente dedicación profesional/vocacional.
Otros actores de calidad (el marido, el secretario minucioso y eficientísimo), solemnes ambientes, pasajes hermosísimos de la banda sonora contribuyen a ello en "El veredicto", peli de la cual se sale aludido, concernido y conmovido. Muy a gusto, en suma, al tropezar con esa excepción entre la avalancha de cine idiota y desechable que suele deteriorar nuestras carteleras. 

jueves, 29 de noviembre de 2018

Enlosado post-"hippie"

Para pisar/posar hay una superficie
que tiene del "pop-art" reminiscencias,
trazados sinuosos, persuasiones
de capricho y secreta pertenencia.
Una línea parece que se pierde
añorando volutas imposibles
que una pinacoteca incluiría
con técnica y rigor indivisibles.

Esta visión onírica que ignora
un optativo punto de reposo
será la base en que la lavadora
tramará su trabajo virtuoso.
Y como un oriflama en una almena
colgarán de ornamento en las paredes
la azul manguera, el férreo rastrillo
y un repertorio clásico de enseres.

Ya no sé dar de mí noticia cierta,
ni esperanza, ni fe, ni caridad
durante el laberinto con espuertas
de operarios y fiera actividad.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Trastornis

Rudos, rústicos arqueólogos excavan intrépidos el suelo viejo del lavadero. Pertrechados de armas bizarras, herramientas de agresivo aspecto, ruidosas en demasía, van abriendo las entrañas del recatado recinto, como primer paso en la restauración/reconstrucción de la antedicha zona de la casa.
Fumadores, recios acentos andaluces, tan proverbiales como escasamente justificables niveles de buen humor, en esta fría mañana de noviembre.
Con una estremecida aleación de estupor y espanto, contemplo el caos, intento permanecer en guardia, advierto reiteradamente de la fragilidad inherente al indispensable cableado que una compañía telefónica y otros avatares tendieran en el pasado como conexión fantástica con el incomprensible planeta; descarto imágenes de la confusión, procuro equilibrar la demediada psique y aplicar un remoto resto de energía inverosímil al sucedáneo de terremoto que la sublime decisión ha incorporado, sembrando este trastorno de albañilería y casi algarabía, mientras las dentelladas rastreras de los aspirantes al puesto de primer cacique de la Junta de Andalucía proliferan en los correspondientes debates, brillantes muestras de mediocridad, ordinariez, argumentos gastados, apelaciones sainetescas y ridículas a la sustancia profunda del sentir popular y otras volutas histriónicas del más tonto jaez, tan cínicas, falsas y vulgares que dan ganas de haber nacido en otra tierra, menos cacareada por sus innumerables vampiros y mucho mejor tratada, querida y respetada por todos.  

domingo, 25 de noviembre de 2018

Venga ya

¿Sabes qué pasa, Picapiedra?:
Que como andas mintiendo a troche y moche, o desdiciéndote, que es una conducta de miseria análoga y nunca de fiar, ahora que nos cuentas (cosiéndote al pecho con una grapa una medallita más) tu estrafalaria y peregrina versión del "acuerdo" con lo del "brexit", no te lo terminas de creer ni tú.
Y que escuchando al tiempo lo que la grácil bailarina de los britanos suelta para contradecirte de inmediato (secundada por su lacayo hortera y gibraltareño, pimpante figurita de guiñol), cualquier estudiante en la Salamanca premoderna habría sentenciado "dubitas Agustinus" y otrosí, "operibus credite, et non verbis" como San Juan en su Evangelio, tronco.
Claro que por ahí no debieron discurrir esos "altos" y nebulosos estudios con los que te autojaleas.

sábado, 24 de noviembre de 2018

En las salas de cine

Mientras que "Caza en las profundidades"(Hunter Killer, hay que ver) ofrece una realización meramente profesional como soporte a un esquema, a un argumento de confrontación verosímil, aunque algo trillada y aventurera, y sólo o principalmente atraerá a los marineros avezados, proclives a extasiarse ante los navíos de guerra, submarinos, etc. (lo que no es del todo nuestro caso), "Malos tiempos para el Royale" es una suculenta trama sobre la sordidez, la maldad y el crimen expuesta con inteligencia considerable y gran sentido del cine y del espectáculo, que avalan la garantía de Jeff Bridges (actor que ya lo tiene todo más que demostrado) y la gentil herencia genética de Dakota, rodeados o precedidos de varios otros intérpretes que cumplen su cometido con eficacia.
Espionaje y extorsión a políticos y figurones de primer nivel, incesto con violación y parricidio subsiguiente, perversa abducción de sectas, racismo, secuelas de Vietnam, codicia, traumas y desviaciones de la conducta, incluso los repugnantes manoseos de la industria musical, que existían ya antes de la contemporánea etiqueta del "me too"; tensiones y violencia, reconozcámoslo, humana, se plantean o sugieren sabiamente, en el escenario de un hotel en decadencia, con esa estética que refleja una época cuyas luces muchos podemos añorar y cuyas señales se ven subrayadas, una vez más, por canciones que laten en las estanterías de nuestros recuerdos, frágiles también, de nuestras lealtades, más desesperanzadas que consecuentes. 

viernes, 23 de noviembre de 2018

Aquellas liturgias

-- ¿Hay alguien todavía que recuerde
que al escribir una carta cualquiera,
y antes de la primera
palabra que pensábamos poner,
se trazaba la preceptiva cruz?

¿Qué ha ocurrido, qué modos imprevistos,
qué inocentona danza de avestruz
("¡Jesús, Jesús, las cosas que hemos visto"!
Orson y Falstaff, en blanco y negro, el cine 
y en gris también: que nadie se imagine
un daltoniano -- Moliner -- olvido)
trajeron hasta hoy tanto ruido?

-- Hipocampo, tan sólo el Tiempo ha sido,
como un bandido que afila el cuchillo
y en un momento, sin más, por sorpresa,
en la cama o la mesa,
nos dice "aquí te mato, aquí te pillo". 

jueves, 22 de noviembre de 2018

El espectáculo

Lo que mejor delató tu comportamiento de presunto cerdo fue la carrerilla, la manera atropelladita y subrepticia de huir con la que se te vio (todo se ve en ese instante de la grabación) cómo intentabas desentenderte, escurrirte ante el "Eh, eh..." del ministro, que te estaba señalando. Y no parece que Borrell sea especialista en inventar mentiras, como lo son muchos otros.
Pero, fíjate, lo que ha demostrado también la cobardía de tantos es la falsa equidistancia de los "pringaos" y de los mierdosos. Y la del que, muy aficionado a escaparse, no hace más que viajar para estar menos cerca de los líos, del feo recordatorio del indecente ya histórico y un poco inaugural que soltó (cómo pasa el tiempo) en la tele. ¡Menudo bocazas!   

miércoles, 21 de noviembre de 2018

De menos nos hizo Dios pero, aun así, es improbable que, andando el tiempo, llegaras a ser San Gabriel arcángel

Ya es mala suerte, tú, que tu apellido
preceda a esa conducta tabernaria
y, heraldo de tu labia estrafalaria,
certifique tu rollo y tus bramidos.
Y me imagino tu comportamiento
de educando "ejemplar" en el colegio,
cuando desgranas tus rudos arpegios
para bochorno de este Parlamento
que inexplicablemente te tolera
y te da cancha mientras vociferas.

Y ahora me planteo,
por tu lenguaje tan falto de aseo,
si al repelús que produce tu tono
acaso habría que corresponder
tornándote a la jaula de los monos.

martes, 20 de noviembre de 2018

Nuestra naturaleza

-- ¿Y vas a desarrollar lo último de ayer?
-- Con tal que no se me achaque falta de respeto por el encaje del infinitivo...

Conscientes de lo que el dicho popular afirma, que más que dos carretas, tiran (Vuesas Mercedes ya podrán completarlo a placer), las chicas de Femen, quienes quizá no pertenezcan a la escudería de Almodóvar, rotulan con "graffiti" (como los vándalos del Metro) el escaparate rampante de sus torsos, procurando que protestas y reivindicaciones se bamboleen con airosa gloria para nuestra memoria...
-- ¿Y entendimiento y voluntad?
-- Acaso: no digo yo que no.
... y sabedoras de que será por igual convocada la atención de vasallos y de reyes con tal exhibición de "les mamelles".
¿Hay pancarta más digna para hacer prosperar esas consignas? Lo que pone de manifiesto, contra viento y marea, el renuente y vigente (también chocante, para según quién) consenso sobre la utilidad en la utilización del cuerpo objeto de la mujer ídem. Y esto, desde la Venus de Willendorf, pasando por gran parte del jardín del Renacimiento, hasta las odaliscas de Ingres, las gorditas del colombiano Botero y un infinito y prolijo intercalado de etcéteras.
Si ello rechina o escuece, como a veces ocurre, habrá que hacérnoslo mirar, tomar cartas en el asunto, darle hilo a la cometa, tiempo al tiempo.
Houston, ¿tenemos un problema? ¿O sólo se trata de nuestra naturaleza mamífera, de añoranzas ancladas en lo más recóndito de nuestros orígenes?
-- ¿Te da la risa?
-- No siempre.
 (Y puede que otro día analicemos lo que va de un seductor canalillo umbrío al terso, hermoso resplandor de un esternón.)

lunes, 19 de noviembre de 2018

El clima, o sea

Con melindrosos gestos y comentarios alarmados, los intervinientes en una tertulia de esa empresa cultural que es Tele5, se han referido, hace poco, al auge llamativo de un sector de población neofranquista, resurgimiento que incluye un inesperado porcentaje de jóvenes.
-- ¿Y jóvenAs?
-- También.
Y como ejemplo ilustrativo, preguntaba una reportera itinerante (intrépida corresponsal de calle) a una moza, quien manifestó estar en dicho porcentaje, al entender las explicaciones que sobre el asunto le había transmitido su abuelo.
Versión por versión, ¿se puede sostener que es preferible, más fiable, la de la sesgadísima y sectaria ley de la sedicente "memoria histórica" que urdió alguien tan, tan como el circunpresiflexodente Zapatero?
¿El abuelo, próximo, conocido, tangible y experimentado por su edad o el remoto figurín errático y tarambana, planetario de cósmicos/cómicos encuentros en la decimotercera fase?
Luego, a los que ahora plantean que no cabe disimular por más tiempo el turbio y ruinoso negocio centrífugo, fundamento y resultado de las autononuestras, se les tilda de añejos, como poco. Pero igual son "las verdades del barquero" entre numerosas mentiras interesadas, tan extendidas como eficaces para echarnos a perder.

-- En fin, no está el clima para brazo en alto.
-- ¿Mano extendida o puño cerrado?
-- Ni la una ni el otro.
-- ¿Y para las tetas al aire?
-- ¿Con este frío y tantos aguaceros? Yo diría que tampoco. Pero vaya Ud. a saber. 

domingo, 18 de noviembre de 2018

Sonido y silencio

-- ¿A quién rondas ahora
de madrugada,
cuando se apagan solas,
vecinas de las olas,
estas farolas desencantadas?

Para escuchar mejor
la lluvia y el crujir
de los truenos de hoy,
separaste las puertas
abiertas al jardín;
reencontrando otra vez
la usual soledad
("mientras vienes o voy").
¿Es que también son tuyos
la reflexión callada,
la tiniebla encantada
de los amaneceres?

-- A mi padre, lo sé,
le gustaba sentir
estos días así:
los rumores del agua,
el silencio gentil
y sus propios recuerdos
de Puente Genil.  

viernes, 16 de noviembre de 2018

El coche y la minipimer

Pomposo sin remisión, creyendo (o simulando creer) que la referencia a Noruega ya vale, el lumbreras mayor del reino nos advierte del apocalipsis, y como si su "caudillaje" de volubles maneras resbalosas fuera a durar para siempre, ya está en el ordeno y mando de la gasolina, el diésel y el copón.
Los fabricantes de automóviles tendrán que afinar mucho, desde luego, porque los coches eléctricos todavía son una alternativa medio risible, quitando los modelos de precio estratosférico. Pero esa dinámica no surge por uno de esos decretos chorras que "el iluminado" se va sacando de la manga, inspirado por su personal fantasmagoría.
Faltan criterio y arte y ensayo, cuando se confunde un auto genuino, con su sonido de motor -- seductor o modesto que sea --, con su empuje vivaz, con su historia y su leyenda, intentando travestirlo de minipimer o de secador de pelo, pequeñito y portátil, para viajes.

Y sobra frescura, predicando sin dar trigo y subiéndote a un avión (que eso sí que gasta a chorros gasolina de lujo) que te lo pagamos los demás, para ir a comprar el pan a la tienda del olvido, zascandil.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Bromas y veras

Lo que hay es más cantidad de gente cada día para poner en cuestión el catecismo hegemónico de izquierdas. Para sacudirse los complejos que se fueron aposentando con la aplastante propaganda de un comunismo que sólo en ciertas latitudes adaptó su radicalidad y sus ensañadas persecuciones al talante taimado y a la piel de cordero con los que se apropia ansiosamente de "lo progresista". En eso han sido aplicados: en la manipulación de las palabras y las ideas, barriendo siempre para dentro.
Por ahí mismo, todo lo que no sea lo de ellos es imperdonable y ultrafacha. Pero la cosa no cuela "ni mijita".
Y la peli ("Infiltrado en el KKKlan") tiene algo que ver. En un tono de arenas movedizas, entre el humor y los conflictos más graves, y antes de que asomen en las escenas finales un simplista alegato contra Trump (última mona de pascua) y otras fáciles y conocidas parodias, lo que canta es una reacción de cansancio ante una marea demasiado predominante e impuesta a empujones insistentes, y que a la larga conduce a un hondo rechazo.
El pulso de las ideologías sigue, equiparada la barbarie de unos y otros energúmenos. Y como todos los pensamientos únicos (del color que sean) empachan y terminan cargando, el personal, más que estafado, proclama tarde o temprano que no es moro todo lo que reluce. Y que, desde luego, está feo llamarle progresismo a los cuentos chinos.  

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Esta desgracia nuestra

Yo no sé si le dieron, de chaval,
unos tembleques, una alferecía
de modo que quedara su caletre
(de metrosexual o petimetre)
definitivamente insubstancial.
Pero este barrizal en que nos mete
con cada "fantasía" que dispone
ni siquiera lo limpia y lo compone
la sin igual Lejía los Tres 7.

¿Qué le ocurrió? ¿Fue un golpe en la cabeza
lo que sembró su mente de torpeza?
¿Por qué el destino aciago nos aflige
con este jefe lila que nos rige,
vanaglorioso de sus desatinos
y sus dislates de tonto supino?

Como Simbad, subido en su alcatifa,
se ha trepado al sillón. Y en los desfiles
deambula como un correveidile
acaparando cuantas papeletas
de memo hay en el bombo de la rifa.

Jamás su noche nos será entreclara
sino turbia y menguada,
y acorde con lo duro de su cara.

martes, 13 de noviembre de 2018

De una puesta de sol hasta un trasero

Alguien contemplará tu luz que arde
como esta tarde, ocioso, yo te miro
sin dar cabida -- para qué -- al suspiro
inútil del valiente y del cobarde.
Tu aparente naufragio sobre el mar,
como cada noviembre, se repite
jugando una vez más al escondite
como el ligero verso de un juglar.

El escolar que fui hoy reflexiona
-- doblado el cabo ya de los setenta --
que entre tantas tormentas
el vaivén del amor siempre emociona.
(Como en un cuento de nunca acabar
de las Mil y una noches,
entreveradas de ciertos reproches,
las perlas rosicler de aquel collar.)

Y en fin, en esta tarde en que divago
por las palabras de un bazar iluso
admito que me encuentro algo difuso
y en mis metáforas también naufrago,
de sílabas, de rimas y de algas:
y en la tersa hermosura de las nalgas,
en la feliz, doméstica costumbre
de Calipigia y su certidumbre.

jueves, 8 de noviembre de 2018

SOS

Si tus ruidosas campanitas son para dejar huella...
Porque Eróstrato, por cierto, pretendía algo así cuando incendió el templo de Diana; y el canalla que mató a Lennon, parece que también. Pero anda que tú...

LLamarte alma de cántaro sería
dar por derecha tu intención torcida. 
Por el contrario, pocos en mi vida
he visto tan bellacos, a fe mía.
El morro te lo pisas cada paso
y es un traspie constante tu "gobierno":
saltimbanqui con tufos de "moderno"
y contorsión chivata de payaso.

El horizonte no está nada claro,
sometido al chantaje de esos socios
que te aprietan las tuercas con descaro
mirando solamente a su negocio.
Y contigo, pelele subalterno,
y la factura eléctrica este invierno,
¿a qué Santo hay que pedir amparo?

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Para que les aldeanines

(que seguramente es como les llaman en bable a los aldeaninos y a las aldeaninas) se sientan más cosmopolitas y viajados, el título lo dejan en inglés, pero Uds. no se desorienten y repitan conmigo que esta "peli" se llama "Rapsodia Bohemia" y ya está.
Y es la recreación del gigantesco, hiperbólico, aparatoso mito de Mercury/Queen, con su inadaptación, su creciente divismo, su egolatría y su progresivo desplazamiento a los tenebrosos ambientes de rebeldía y marginación "preorgullo", famosamente uniformados de querelles más cuero y cadenas algo sadomasos y otras imaginativas fantasías carnavalescas, con apoteosis final y recuento de póstumas andanzas.
Muy vistoso film sobre la legendaria banda y sobre las turbulentas vicisitudes de su cantante, con un actor que encarna al modelo de manera eficaz, aunque algo más flaco que el protagonista del drama original y, en ocasiones, un cierto aire a Jagger que puede despistar.
Cañonazos de energía, arreglos enardecidos, otros, presuntuosos, para canciones brillantes con sensacionales solos de guitarra, junto a algunas cuyo fundamento apenas era -- nada nuevo -- el facilón y trillado anzuelo, primitivo y rudimentario, de la inducida "participación" del público (pataditas y palmas, gritos de la enfervorizada multitud, el macro-rebaño en trance semihipnótico colectivo, a imitación relativamente lograda del cantor), mucha posturita teatral y parafernalia sin límites, que harán las delicias de los devotos.

martes, 6 de noviembre de 2018

Simeón el Estilita y un tío que le preguntaba

-- Y lo de Alsasua, ¿cómo lo ves?
-- Que por desgracia no es de ahora ni es sólo de allí. Y que no hay nada como envenenar la educación para criar salvajes, encapuchados o no. Pero eso ya lo saben quienes andan perdonando ( o disculpando, o "comprendiendo", o alentando) lo imperdonable.
-- ¿Dirías que esos son los genuinos hijos de puta?
-- Con toda probabilidad, exonerando con delicadeza cautelar a sus progenitoras respectivas.
-- ¿Y los que se callan? ¿Qué te parecen?
-- Chungo, tú. 

lunes, 5 de noviembre de 2018

Rosalía, una simbología confusa

La pena, las pasiones y el desgarro del mixtificado Sur profundo, replanteados con ocurrencias y disparates de ese mestizaje frenético que tanto se nos vende.
Propuesta experimental que se cuelga de y se enreda con casi todo lo que han podido encontrar, como en un mercadillo gipsy (¿así no nos tildarán de antiétnicos?) refregado por barros y barrios de tráficos conflictivos y polígonos industriales /marginales, discotecas chonis y bronx de los chinos y todo ese singular ambiente de lo que los tiquismiquis en ocasiones llaman -- con gestos de fruncido espanto o de discutible spleen -- las clases sociales menos favorecidas, échale guindas al pavo.
Puede que el invento tenga la digestión medio atragantada, aunque se van a forrar, eso, fijo, con este fenómeno emergente cuyo primer rumor nos llegara de casualidad con los Morancos y su adaptación cómico /crítica. Y enseguida, todo lo demás que se avecina, untado de pastiches de panderetas y visiones cutres, una desconcertada "pringá" con nazarenos en patinetes urbanitas, raperos, chulos de saldo, rebeldías, otras veces ancestrales sometimientos de patetismo seudoauténtico, vestuario "low cost" o lo que pilles, excesos de joyerío bizarro, moros en la costa, lo que Uds. se planteen de híbrido (los coches no) y quieran ir depositando como capas de dudosas entretelas, como estratos, lejísimos de la Stratocaster de Hank B. Marvin, Clapton y así.
Con rudo reduccionismo y poco esfuerzo, ¿hay que acordarse de las Grecas, de Papá Levante, de Achilipú y de la madre que nos parió?
  

domingo, 4 de noviembre de 2018

Pliegos y escaramuzas

Por el cristal de una puerta del porche
un caracol hoy se pasea;
ha debido empezar esta noche:
a tal velocidad se marinea.
Va dejando un rastro transparente
su laboriosa y tenaz escalada.
¿Tendrá su periplo inconsciente
explicación o coartada?

Trepando como un presidente
escurridizo entre sus plagios,
¿es su horizonte afanosamente
este absorbente y lento adagio?
O del naufragio va escapando
con tanta lluvia por el jardín:
un poco a la chita callando,
incompetente figurín.

-- Ya estás divagando otra vez,
y muy voluble con las rimas.
Me parecías menos ecléctico
cuando escribías "Linda prima".
-- Puede que sí y, aunque no reniego
de aquellas leves escaramuzas,
hoy el juego son otros pliegos
con diferentes semifusas.
Pero, volviendo al caracol...
-- ... y a tu ironía de medusa.
Anda, deja la cornamusa
y sal, que también a ti
conviene que te dé el sol.
-- Di que sí.  

sábado, 3 de noviembre de 2018

¡Qué sabrán los "hipsters"!

¿Qué profunda pujanza, qué recursos
hacen brotar tu fronda capilar
tan arbórea, y respetable y blanca,
metáfora de olas en el mar?
Varias semanas hace que avisaste
de este antiguo y recobrado antojo
que observas con asombro en los espejos
bailándote una risa por los ojos.

Se diría que vira
tu acreditada condición de oso,
y que tu aspecto da paso y respira
a un rey león, pautado y caviloso;
o a un carolingio rey de la baraja,
con preferencia, de copas o espadas:
el rostro, lejos de cualquier tijera,
de cándida Gillette o de navaja.

¿Confiere un lujo y un plus de nobleza,
en la espera del oro del Perú,
la plata de esta barba que se espesa
con la espuma diaria del champú?

viernes, 2 de noviembre de 2018

Acuse de recibo

Las señales que vengo recibiendo
de la evidente y dura realidad.
La amarga destrucción de tu hermosura
en la casual reseña el otro día,
allá por Almería,
que a nuestra desazón se transmitía
desde ese Canal Sur Televisión...

De golpe, los recuerdos,
las sesiones del Cine San Vicente,
el clavecín de Mario Nascimbene,
y Adriano cantando,
anticipando toda la nostalgia
de aquel frustrado anhelo,
de la impotencia aciaga y de los celos,
la burla y el rechazo
y el inútil consuelo
de la doliente escena en la piscina.
Y antes,
tu toalla/turbante, tu albornoz
bajando la escalera al son de "Aida"
(la celeste de Verdi)
rebosando de vida:
tu seducción directa que llegaba
a despertar del todo al corazón.

Para oponerte a la Bardot, la industria
(de siempre inerte, estúpida y trivial)
te bautizó C.C.
¿Quién te vio de verdad?
¿Tu trabajo, tus hechos desmintieron
toda aquella banal frivolidad?
Las décadas pasaron,
resplandecientes fuegos de una falla.
¿Y es posible que ahora, todavía,
vencidos por el Tiempo,
sigamos recordando y padeciendo
lo que fuimos y fuiste, tu toalla?

jueves, 1 de noviembre de 2018

¿Al menos te invitaron a café?

Medir tu corto vuelo, gallinita,
con los alcances de ese búho sabio
ha puesto en evidencia tu visita
y la bisutería de tus cuitas
y el infeliz discurso de tus labios.
Y como siempre, se te fue la mano
pavoneándote de un falso "acuerdo"
al que ha puesto sosiego palatino
la nota del prelado vaticano
-- el Parolin, inteligente y fino --
que con suma prudencia
y acreditada ciencia
no ha querido llamarlo "bulo lerdo".

Así que la revancha codiciada
se estanca en la casilla de salida
porque una imprevisión atolondrada
siempre diseña mal las embestidas.

¿Al menos, te invitaron a café,
capuchino o expreso,
antes de despedirte y de decirte
a otro perro con ese (duro) hueso?
Tendrás que recurrir a otra artimaña
mientras tus patinazos, Carmencita,
y tus inoperancias inauditas
son el hazmerreir de toda España.