domingo, 13 de mayo de 2018

Cuando me desvanezco de metáforas

y oblicuo rumbo cual joven canéfora,
despierto sin querer las inquietudes
de aquestas que lo son, no multitudes
sino finas y atentas minorías
que, a modo enjuto de feligresía,
me progresan modosas los renglones
siguiendo el ritmo, que es asaz aciago,
del cabotaje de los corazones
y misteriosas prosas que propago.

Por eso, Pionono
enristra en ocasiones su teléfono
e inquiere nuevas sobre mis andanzas
por si una deleznable destemplanza
enrevesara mis humildes métodos.

Yo aprecio su interés y por ahora,
si demoran las pausas este "blog",
no es porque la guadaña destructora
esté cortando el hilo a este reloj.
Que al tronco de los árboles me abrazo
para tocar de contino madera,
mientras el amarillo de los lazos
insiste con su traca y su quimera.

1 comentario:

  1. Y consecuentemente Pionono agradece tanto las nuevas telefónicas como las líricas referencias, y medio descansa en paz ...

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