sábado, 10 de febrero de 2018

De esos distantes calendarios

No penséis con inadvertencia que este Hipocampo desmedrado que aquí véis fue siempre, como ahora suele, cáustico y algo escéptico/amargo de talante.
Sin descartar del todo la tendencia irónica y medio afilada que claramente condicionó su carácter (genio y figura, dicen), vivió los años de su mocedad y algún otro en las nubes de diversos sueños que se alcanzaron o no, y que ocasionalmente convocaba o conjuraba con el sortilegio, no del todo prudente, de su oficio de trovador.
De esos distantes calendarios (de cuando ni se enteraba de los líos de los políticos) proceden canciones que todavía, en general, permanecen inéditas y algunos de cuyos textos quizá se vayan reproduciendo en este "blog" mientras tarda (lo que tarde) el revés del final.
Mañana, si Dios quiere... (¿por qué seguiremos confiando en el margen disponible, con la evidencia en contra de esta ruleta rusa, de esta estrafalaria y despiadada lotería que nos va señalando de uno en uno?) y para no alargar esto de hoy, irá una "letra", modesto ejemplo de cómo la perspectiva del tiempo...  

2 comentarios:

  1. Poder escuchar esas inéditas canciones sería un auténtico lujo en estos tiempos que corren. ¿Quizás algún día?
    Espero impaciente los textos

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  2. Tan beneficiosas serán las nieves caídas para los campos, bosques y ciudades como esas prometdas letras para los que tanto disfrutamos con tus textos.

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