miércoles, 2 de agosto de 2017

De la existencia extrema y otras conspicuas consideraciones

Con el café, centrifugado a mano,
me sobrepongo apenas cada tarde
a los duros rigores del verano:
sofá, sopor, televisión, ¡qué vida,
abstrusa sin alcohólicas bebidas!
Como siempre, la cosa está que arde.
El "parte" de la meteorología
de fuxias y de rojo tiñe el mapa
y es de temer que en todos estos días
en Béjar no se venda ni una capa.

¿Y diréis que acobarda a los turistas
el sol abrasador de estas jornadas?
¡Derretidos desfilan en manadas
como helados de menta y chocolate
los suicidas e intrépidos bañistas
gustosos con tamaño disparate!

No seré yo, en el porche sentado
quien, insensato, ceda a tal orgía,
mientras me quede alguna frigoría,
por el "split" Fujitsu aconsejado.

1 comentario:

  1. Pero si dijiste que gustoso me acompañarías en unos días, para que yo pudiera darme unos chapuzones.
    Ya te has arrepentido?

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