sábado, 22 de julio de 2017

"El hombre del corazón de hierro"

pinta el horror al que los mesianismos y los fanatismos (y tan fieros y repugnantes, sean azules o rojos) arrastran cada cierto tiempo, cada ciertas guerras, a todo quisque.
Que la brutalidad ande en ocasiones mezclada con el refinamiento o las idealizadas locuras no hace el asunto menos vertiginoso, menos infame ni más pasable por los filtros interesados y turbios que suelen trufar la Historia.
Y es que a veces hay que darle la razón a eso de "si es de la especie humana, no puede haber nada peor", que dijo, dicen, el otro. 

1 comentario:

  1. Pionono ya no entiende casi nada. Ni de lo público ni de lo privado. Lo privado y esencial amenaza con tormentas de espanto, a las que el amor hará frente hasta el final. A lo público que le den...¡bastante tengo yo con llenar de sonrisas las burlas de Fortuna!
    ¡Os quiero tanto a todos...!

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