miércoles, 14 de junio de 2017

El nivelillo

Fantásticos, finos y brillantes.
Chorreando citas literarias y sabidurías de toda clase y condición.
Arrojándose recíprocamente (y con beligerantes propósitos de quedar como vencedores en ese palenque de eruditas exhibiciones) los venablos de lo más selecto y granado de sus conocimientos enciclopédicos.
Así se comportaron los primeros espadas del Parlamento de la Nación.
Entre tanto cráneo privilegiado, entre ilustración tan alta...

¡Qué lástima que nadie, NADIE, NADIE, supiese esquivar la inercia torpe que implica llamar Señora PresidentA a la Señora PresidentE, que con propiedad es la PERSONA QUE PRESIDE, sea dama, caballero o ser híbrido/equidistante!
O acémila simple, en concurso y reunión de cuadrúpedos. 

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