martes, 21 de marzo de 2017

Si no eran escarceos...

El trémolo valiente de tu risa
me atrajo de inmediato, el primer día,
quedando en mi memoria tu camisa
de entreabierta  promesa y picardía.
Y aquella brisa de vulgaridad
castiza que aromaba tus hechuras
iba a soliviantar mi cortedad
y a traspasar mi indecisa armadura.

De cuando en cuando,
porque nos encontrábamos a veces,
se encabritó con creces
aquel enamorado contrabando.
Tu débil compromiso
con aquel matrimonio que tenías
y yo, solo en mi piso,
desde mi inveterada soltería,
nos tentamos al borde del abismo,
olvidados de toda lealtad:
un fuego lento de hondos erotismos,
incienso y mirra de complicidad.

Unas muestras de deslizado amor
te regaló mi afán de trovador.
Tú me diste tus labios y tus besos.
Y...
quedóse todo en eso.

1 comentario:

  1. Ay. Viejo lobo de mar; te recuerdo en primavera del 94 y Agua Pasada. Tu ultima aventura compartida con A y G. Afortunadamente no te han robado el mes de Abril. Salud y recuerdos desde Aluche

    ResponderEliminar