martes, 31 de enero de 2017

Versos y versos

En este hablar de modo interminable,
vuelvo a escucharte las vicisitudes,
los agobios que en tu voz adorable
resuenan por diversas latitudes.

No me sorprende esta capacidad,
este temple como de caballero.
¿La afinidad, la cálida amistad,
la paciencia que tengo, con la edad,
me acercarán a tu sensualidad
que, al presente, es menguada?

Estos versos, cuya posteridad
pongo a tus pies de hada,
con esta singular debilidad
que entona con verdad esta tonada,
¿propiciarán un puente
de galante vertiente
que victoriosamente me acredite
como merecedor de algún tu amor?

¿O te importa un ardite?   

lunes, 30 de enero de 2017

Si se llega a lograr...

Entre San Ildefonso y Monesterio hay un gran trecho. Y lo sabía. Y además emprendió el viaje con la niebla espesa de finales de enero y la no menos densa de las vivencias recientes, que de modo inevitable remitían a hondos recuerdos, a lugares, a tiempos que no eran todos lejanos.
Desistió sin esfuerzo, o por comodidad, de dos o tres iniciativas: casi había olvidado la intención en esas jornadas, lo que no dejó de sorprenderlo, cuando al regreso -- sólo al regreso -- le fueron viniendo a la mente.
No obstante algún objetivo pudo cumplir, encontrando respuesta en históricas y firmes lealtades. El más importante, un decidido apoyo a un proyecto que, cuesta arriba y todo, si se llega a lograr, supondría... pero dejemos eso. Dicen que las anticipaciones "gafan". Así que...
Sobre las dos de la tarde, detuvo la escucha de Vanesa. Y haciendo un alto, repuso fuerzas con una sartén de migas extremeñas, en la Antigua Venta del Culebrín. Porque, a Dios rogando y con el mazo dando.
La playa, en orden. Y tarea por medio. Está bien.
Conste, feligreses, que os echo de menos. En serio. 

miércoles, 25 de enero de 2017

Del azahar y el oleaje

Dicen que el temporal ha castigado
con tal denuedo y modo intempestivo
a ese Levante (tanto más amado
cuanto más me ha tornado reflexivo),
que temen que este año
se pierda, amarga y entre desengaños,
la dulce fruta de esa tierra amable,
emblema de una Diosa memorable
cuya hija -- sostiene la leyenda --
era de una belleza incomparable.

Sirvan, pues, mis palabras como ofrenda
al señorío de ambas deidades.
El ruego al que estos versos hoy persuaden:
que, en próximas calendas,
hace votos por un destino claro
que consienta un dichoso y nuevo amparo.

martes, 24 de enero de 2017

Ronda de galenos

Por dos veces hoy, ese gel nada simpático de las ecografías.
Mientras, he ido leyendo los resultados de los análisis, prodigio de arcanos, cuyos insondables enigmas jamás desvelan los ojos de esa cofradía profana y penitente -- y algo inquieta -- que somos los pacientes.
(Me imagino que mis galenos de cabecera, a su vez, desconocen la terminología abstracta y casi masónica de la quinta aumentada, el calderón, la semifusa...)
Por mi parte siempre estuve orgulloso del recuento de mis hematíes (superior en todas las lecturas a los 5.000.000), acogiéndome a alguna línea que encontré del maestro socarrón, contundente, luminoso y algo feroz que fue don Camilo José de Cela: "el vino cría sangre".
No debe ser lo único, en este exigente erial de la vida abstemia.
Pero por ahora, parece que seguimos. Vivos, quiero decir. 

lunes, 23 de enero de 2017

Travesías y naufragios

De vuelta, encuentra la casa fría, con estos días crudos de invierno que, incluso en la costa de su querido Sur, acusan más que otros años lo riguroso del clima.
Trae de fondo, uno de sus "cedés" favoritos de Dire Straits, durante el trayecto, para no pensar mucho, ni echar de menos, ni volver de modo tan intenso a la sensación incómoda de la vida sin objetivos, con los asuntos domésticos siempre pendientes por la indecisión, la pereza, la decreciente energía, los flecos del quebranto en la salud, que ha dejado indiscutibles señales.
Apenas presta atención al paisaje conocido y, aun así, siempre hermoso; son gajes del ánimo, que ansía una suerte de renacimiento, desde el arrepentimiento que más de cuatro cosas mal resueltas le producen como un rumor sordo y a la vez consistente.
Las botellas del bar, restos del "naufragio", permanecen intactas, sujetas a la obligada prudencia vigente. Tiene claro que no habrá piedad con las tentaciones.
Pone dos lavadoras sucesivas; para almorzar, le bastará con unos huevos revueltos, con menos convicción que arte.
Después, mientras sucumbe al praliné de trufa, considera, ante el espejo, la posibilidad de volver a dejarse crecer la barba entera.
Y finalmente retoma, o busca refugio, en esa tronera personal, en esa mirilla que va siendo por grados su principal nexo con el mundo exterior.
-- Aquí, el Hipocampo: llamando a la Tierra.  

jueves, 19 de enero de 2017

La horquilla del Diapasón

-- ¿Qué te está sucediendo?
-- ¿Por qué lo preguntas?
-- No hay más que leer la rachita de versos que llevas.
-- Ah, ¿te refieres...?
-- Exacto. Tú dirás.
-- Pues como no sea que la primavera viene de camino...
-- Como todos los años, oh máximo iluso.
-- Pero hay días que parece que las palabritas tiran de uno. Y sería un enredo no hacer caso del estro.
-- Ya, del "estro". Y ¿en qué acepción, si puede saberse?
-- La que más te guste. Tampoco hemos de ser escrupulosos.
-- Ni crapulosos, ¿verdad?
-- Tan cierto como que la frecuencia de 440 es la que marca el Diapasón.
-- Y en tu caso, el de horquilla de toda la vida.
-- No faltaría más. ¿Del Hipocampo se puede esperar otra cosa?
-- No, si cuando te pones incombustible...
-- No exageres: cualquier Torquemada podría acabar conmigo.
-- Vale, vale.
-- ¡Y no me des la razón como a los locos!

martes, 17 de enero de 2017

Desvelo

Las veces que, evocando tus hechuras,
a la mente me viene una odalisca,
es por la curva hermosa en tu cintura,
por tus muslos, de piel tersa y oscura,
que no auguran tu condición arisca.

La picardía, el fuego de tus ojos,
¿me considerarán como un amigo
o traerán, orgullosos, consigo
la afilada saeta de tu enojo?

Más complaciente y dulce te quisiera
aunque ya vamos viendo que me esperan
la lanza de tu Oriente, la tortura
por esa hermosa curva en tu cintura.

Solo a solas con la imaginación,
y a riesgo de explicarme con pobreza,
ésta es mi letra; ésta, mi canción.
Este sueño indeleble, en mi cabeza.

A la hurí:
De Chiclana,
más o menos, a tres de la mañana.
Anda... dime que sí.

Reunión invicta de costosos fantasmas

Lo mejor del encuentro, los ujieres,
su uniforme de gala, deslumbrante;
el edificio, de categoría,
sito en barrio castizo e importante.

En medio, cuanta inane sosería,
cuanta jactancia de pavos reales
exhiben engreídos de importancia
(y atentos casi siempre a la ganancia,
causa notoria de bastantes males)
los líderes de las "autonomías".

Blandiendo su rampante rebeldía,
en el grosero extremo, Puigdemont,
infulillas de Carlomagno. Enano
que no se considera del montón,
y que hace trampas de tahúr gitano.

Y Urkullu con su cupo
de "históricos derechos" aldeanos,
como quien nunca supo
lo mucho que ese cupo es draconiano.

Mientras los ciudadanos, fastidiados,
contemplan el guiñol en el Senado,
¿no hay quien meta en cintura
a tanto fresco y tanto caradura?

lunes, 16 de enero de 2017

Tu frontera

La lenta y larga espera
de las satisfacciones no cumplidas,
como una empinadísima escalera,
va señalando el resto de esta vida.

Y aquel núcleo de acero
que parecía el centro de la esfera
no sirve ya siquiera de asidero,
desarmado, de frente a tu frontera.

El tiempo, perezoso,
retorna un año más con las nevadas,
los reñidos amores mentirosos,
los insomnios, las solas almohadas.

¿Es la melancolía,
el recuerdo de aquellos azahares?
¿Por eso no se rinde esta porfía
de pretender de nuevo tus manjares?

domingo, 15 de enero de 2017

Las preguntas

Las señales del faro
-- mensajes de la costa --
que entre nubes y claros
camuflan mis descaros,
trazan la vía angosta
que hasta ti nunca lleva.

¿Nos pondremos a prueba
con toda gallardía
una noche de luna,
un sol de mediodía,
probando la fortuna
aplazada de antaño?
¿O vamos a seguir
a un paso de admitir
que no somos extraños?

¿Dejarás que me abrace
a tu espalda morena,
a tu espalda morisca?
¿Que en la sal y la arena
me embriaguen tus aromas 
de odalisca?

sábado, 14 de enero de 2017

Por teléfono

No es sólo por la edad.
Me embromas por teléfono, porque notas que esta voz se quiebra, con todo su peculiar timbre a cuestas.
"ALTA COMO UNA TORRE" y con la anemia que aparece en tu reciente analítica. No será grave, eso espero; aunque para mí tengo que tu deriva vegetariana no es exactamente la ideal, amén de haber eliminado de tu paladar los delicias del cerdo ibérico, etc.
Escucho tu ruego, teñido con un dejo de cariñosa queja:
-- ¡Pero no llores, padreee...!
Me recompongo (no mucho) como mejor puedo. Y sigo haciéndote recomendaciones que quizá caigan en saco roto.
Pero no es sólo por la edad, esto viene de lejos: de cuando eras pequeña y el pediatra (tan torpe aquella vez) te pinchaba en el talón para no sé qué jodida prueba necesaria.
Y de otras varias cosas viene.
Pocas veces te digo lo mucho que te quiero. Tendré que enmendar eso también.

viernes, 13 de enero de 2017

Los "intocables"

Ufanos de su presuntuoso y más que discutible "magisterio", muchos periodistas extreman sus impertinencias y su atrevimiento invasivo, enarbolando el (según ellos) irrenunciable y sacrosanto derecho a la información, que quieren hacer prevalecer por encima de todo y que, como es natural y les convenga o no, también tiene sus correspondientes y obligatorios límites.
Cuando hozan en las truculencias, en los albañales de la miseria humana, con frecuencia no persiguen otra cosa que excitar el peor morbo y la zafiedad de un público no menos impresentable que, por desgracia, nunca es minoritario.
Y es que el falso barniz de la profesión del que hacen gala, tiene mucho de hipocresía y de avidez interesada y lucrativa. Y, por más que, en su ridículo, se proclamen el ombligo del mundo, se están mereciendo el desprecio y los más de cuatro "cortes" con los que desde otros púlpitos los están poniendo en su sitio.
Que a cada puerco le llegue su San Martín.
Porque el periodismo no debería ser la sádica complacencia en el catálogo de las noticias más monstruosas y repugnantes, como por otra parte resalta en el espectáculo de la jauría de los reporteros gráficos, emisarios del escándalo, acosando en carroñero tropel de cámaras y micrófonos a los implicados en los sucesos de turno, al tiempo que todo ello se utiliza como fuente de asquerosa frivolidad y de dinero, dinero y dinero. 

jueves, 12 de enero de 2017

La visita

De nuevo, la visita al médico, ese internista que lleva ya nueve años revisándome las averías generales y que, él también, acusa canas, desgaste dentro de un orden, menos veterano que el mío, claro está.
En el gabinete de las pruebas, la ayudante mide mi tensión, me pesa, hace el electrocardiograma de costumbre... y
-- ¿Hace Ud. deporte?
(La pregunta suena retórica y como inexplicable: lo mío es cualquier cosa menos lo que se llama complexión "atlética".)
Con el tono más reposado del que dispongo, contesto:
-- Sofá y lectura.
Me recomienda lo que todo el mundo sabe. Yo guardo un respetuoso silencio. ¿Cómo discutir, cómo oponerme a consejo tan bienintencionado?
Para no ser un completo desobediente, esta tarde me fui andando a la farmacia (45 minutos, ida y vuelta).
Pero ante lo inevitable -- la batalla final y fatal que hemos de perder --, me cuestiono (con imprudencia, lo sé), la utilidad del cansancio a fondo perdido, y más al fondo, la condición absurda de nuestras ilusiones.
Mañana, Dios mediante, tras los análisis prescritos, desayunaré en el bar de los churros, junto a la Delegación de Hacienda.

El Hipocampo añade:
-- ¡Serás folclórico! 

miércoles, 11 de enero de 2017

Dificultad de los trasplantes

Como Martin Scorsese suele ser firma de garantía, me fui a ver "Silencio".
Más larga que profunda, más agoniosa que solemne, cuesta averiguar qué cosa se pretende con el asunto, fuera de la reflexión sobre las ingentes dificultades que comporta la iniciativa de trasplantar culturas, religiones y otras zarandajas del pensamiento y los sentires, desde un lugar del mundo a otro, y peor si son tan remotos y diferentísimos entre sí.
Desde Chiclana de la Frontera, los japoneses de elaborados jardines sinuosos, abanicos volubles, laberínticos propósitos y objetivos, con sus ojos sesgados, su concentrada calma chicha (la taimada y ceremoniosamente cruel sonrisa del "INCUISIDOR"), y sus inefables restaurantes de recetas misteriosas, no son lo más tranquilizador ni lo más fácil de entender.
Y, ¿cuatro o cinco siglos atrás?
Entre esto y la subida vertiginosa en el precio de las gasolinas, la cuesta de enero ...

martes, 10 de enero de 2017

Esa voz de contralto

A 22 de noviembre (día de Santa Cecilia, patrona de los músicos) de 2003, en la Cervecería C. Martín, sita en la calle Alonso Quijano, 61, en Madrid, comparecen C. J. y R. y eligen:

1 -- Mollejas de cordero.
1 -- Ensalada mixta.
1 -- Trigueros.
2 -- B. Viña Mayor.
1 -- Solomillo.
1 -- Cochinillo.
1 -- Merluza romana.
3 -- Pan.
1 -- Cortado.
1 -- Carajillo.
1 -- Té.

Que distribuyen o se adjudican como puede imaginarse y cuyo importe, que aquí se omite por delicadeza y discreción, abona (con tarjeta VISA) R., gustoso de prolongar la sesión de las maquetas que precede, porque de ese modo disfrutará algún tiempo más de C. y de la visión de las proporciones generosas de su cuerpo, de la luz de sus ojos, de la hermosa sombra de sus oscuros, rizados, largos cabellos. Y de esa voz de contralto que no ha vuelto a escuchar desde entonces, porque ni contesta al teléfono, cuando alguna vez la ha llamado.  

lunes, 9 de enero de 2017

El asombro del Comodoro

Era previsible. La segunda vez que asisto a nuestros almuerzos concertados, vistiendo con corbata. La de hoy, art - déco.
Vengo despacio, con selecta música de fondo. En el salpicadero del "Gordo", el marcador correspondiente me hace notar que viajo relajado, cambiando las marchas con perezosa conciencia: 70 kms/hora de media.
La visión de este Mar que, en cuanto te descuidas, va a dar a Estambul (a la que Don José Rey seguía añadiendo "la antigua Constantinopla") contribuye a la calma, bienhechora, noble, clásica.
A partir del Puerto de la Duquesa, ya voy de absoluto y descarado paseo, señor mayor en deportivo de diseño. Hemos quedado a la una del mediodía; y somos puntuales como los mejores Longines.
Veremos los yates, comeremos pescados, nos pondremos al día.
Al regreso, un sol de tarde, como un generoso medallón de oro, me recibe.
Buena jornada.  

domingo, 8 de enero de 2017

Apuestas arriesgadas

Los versos que te envío, las señales
de la temperatura de este río,
ni te suenan, porque jamás te digo
que se extienden cuando sueño contigo
y en sus ondas rizadas y termales
se mece y flota este amor tardío.

La indecisión, la duda, el titubeo
frenan mi corazón en su aleteo.
¿Al borde del abismo,
poner todas mis cartas boca arriba?
¿Probar con un tanteo tu erotismo
y en un apasionado fatalismo
llegar a tu mimosa negativa?

Ya sé que el NO, lo tengo, y que el trofeo
y la satisfacción de los deseos
no se alcanzan sin arriesgar la apuesta.
Mas ¿siempre hemos de ser los caballeros
los solos adalides de la gesta,
siempre expuestos a todos los aceros
de una evasiva o adversa respuesta?

-- Tendrías que sentar esa cabeza.
-- Ya lo canté en "Victoria":
"me complicó la vida la belleza". 

sábado, 7 de enero de 2017

Ya lo decía Battiato

-- Tú es que eres muy aficionado a buscar las señales, las referencias que están en tus recuerdos del pasado.
-- Más bien. Pero cada vez resulta más difícil, cada nueva vuelta, cada visita añaden al ánimo unos gramos de decepción. No importa que hasta la médula pertenezcas a una ciudad, ni que ella te perteneciera, como así fue: ahora se te aleja, te hace sentir extraño en lo que era su paraíso, con sus cambios, a menudo antipáticos y no deseados, con el zafio desasosiego de su presente y su masificación que en nada coinciden con la pausada medianía de las proporciones que conocimos, que nos eran familiares.
En las calles de siempre, ahora que las recorro indagando el remoto lugar de los sueños escondidos, hay adefesios de arquitectura de vano e insolente, barato y cateto minimalismo, tiendas estúpidas como lugares comunes, locales de esa comida basura norteamericana que enloquece a los jovenzuelos ignaros e indocumentados, refractarios a la Reválida, turistas a mogollón, restos ruinosos...
-- Vamos, que no ta ha sentado bien el paseo.
-- Me temo que no. Y aun así, el morbo decadente e irreal, la seducción perversa...
-- Si es que no te centras.
-- Debe ser eso. 

miércoles, 4 de enero de 2017

"Passengers",

que es como quien dice, pasajeros, propone una fantasía tecnológica y espacial cuyo delirante principio seguramente habría podido concebir Kafka, aunque sin llegar a la estética que el Tiempo (rápido, rápido, en su avance inflexible, sus cambios y adquisiciones) nos va dejando caer encima, con apabullante prodigalidad.
A estas alturas, las naves de "Encuentros en la tercera fase" se han quedado bajo mínimos, al lado de las que nos muestran aquí, y en otras recientes"pelis", por más que la nostalgia  mantenga a aquéllas en el encanto de su edad de la inocencia.
A tope de diseño, del film presente me encantaron el bar (cómo no) del androide, la piscina de super lujo con Lawrence dentro y, sobre todo, me llegó a emocionar el paseo por el espacio de los dos protagonistas, unidos al magno artilugio por sus correspondientes "cordones umbilicales". Un paseo que implica de manera evidente y maravillosa la realidad de nuestra insignificancia.
Como espectáculo visual, una gozada.

martes, 3 de enero de 2017

Sus Señorías, los zánganos

Ayer se dijo por televisión,
tan claro y sin ambages,
que desbordaba la estupefacción
ese insultante ultraje:
los "padres de la Patria" han decidido
tomarse más de un mes de vacaciones,
ya que su preferente cometido
consiste en teclearse los cojones.

¿Y dicen que se sienten mal pagados?
¿Los enchufados, los privilegiados?
¿La casta que son TODOS los partidos, 
los de siempre, los nuevos añadidos?

Sometidos, inermes, sinvergüenzas
somos los ciudadanos
si consentimos que tantos marranos
nos chuleen de modo cotidiano,
saqueando de paso la despensa.

lunes, 2 de enero de 2017

La afición impasible

Con un punto de moderada desconfianza, que luego resultó injustificada, me fui a ver "La belleza oculta", que remueve a fondo sentimientos, mientras se reserva alguna sorpresa para el desenlace.
No descarto que gran parte del público sea impermeable y más bien dado al atolondramiento. Conque quizá no sabrán apreciar las líneas esenciales de un guión convincente; el trabajo de unos actores -- reparto de mérito -- que raya a muy buena altura; y una banda sonora que se manifiesta con limpios e inspirados pasajes.
Parafraseando a mis amigos de Cataluña, que los tengo, vaya que sí, a más, a más, nada podría ocultar la belleza que Kate Winslet (desde aquellos planos de la memorable "Titanic", donde ya apuntaba una joven y lozana seducción) ha ido ganando, atesorando, con madurez y aplomo.

Por otra parte, está "Comanchería".
Vuesas Mercedes ya saben, desde el colegio, que el Oeste es uno de los puntos cardinales. Pero más concretamente, cuando se dice el Oeste, suele hacerse referencia al Oeste americano, o sea, de la América del Norte, o sea, descontando (antes más) por lo general Méjico. El Oeste del cine, según USA.
Pues bien, para que quede claro que queda "Oeste", y además, bastante salvaje incluso hoy, aquí entra "Comanchería", que es cualquier cosa menos una fiel traducción del título original.
Comenzando con una canción de pícaros compases de amalgama, durante los créditos preliminares, luego siguen algunas otras, que añadirán carácter y jalonarán la aventura de los dos hermanos, medio forajidos, medio justicieros, con un toque épico y otro de road movie, que es la expresión "entendida" para designar las "pelis" donde, entre otros aconteceres, abundan las carreteras, polvorientas o no, los moteles y, con alegre frecuencia, la vistosa influencia de las armas de fuego, etc.
Entre el legendario Jeff Bridges y los demás, se pasa bárbaro. 

domingo, 1 de enero de 2017

Virus y bacterias

Soslayar la verdad de oblicuo modo
y retorcer a fondo el argumento
demuestran vuestra cara de cemento
y el sedimento de vuestro esperpento
en esa ostentación, codo con codo.

Os dejais ver en formación compacta,
cerrando filas con gesto mafioso,
y en el discurso de corte faccioso
se envuelve ese matute mentiroso
de las presuntas URNAS y las actas.

Lo vuestro es un patético alzamiento,
de redomada y golfa chulería,
contra la Ley vigente. Y desafía,
con grosera y rebelde antipatía,
su mejor y más claro fundamento.

¿Hasta cuándo, vuestra extorsión notoria,
las regateadoras maniobras,
la felonía de "hacernos la cobra"
y de contar con falsedad la Historia?