sábado, 16 de julio de 2016

La tentación

Volveremos a vernos cuando sea
con la huella del tiempo en las miradas,
los hondos surcos de tantas mareas,
los sueños, rotos sobre la almohada.

(Las nuevas barricadas,
y su estrépito ya tan conocido,
apenas sonarán a cencerrada,
a banda de novicios forajidos.
Y lo comentaremos con despego
y con desengañado desencanto,
al comprobar cómo se extinguió el fuego
y a veces quedó el llanto.)

Tardamos.
Consumimos los años como si
los tuviésemos todos disponibles.
Ya no tengo respuestas. ¿Y tú?, dí,
a estas alturas, ¿queda combustible?
Que mientras remontamos nuestros ríos,
y en la hazaña final, definitiva,
me va a poner a prueba el desafío
de tu hermosura estancada y altiva.

El sólo morbo queda:
la tentación de Júpiter y Leda.


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