miércoles, 5 de agosto de 2015

Caracola



Tenemos por lo visto y cada uno, nuestra personal grieta que no cierra en las entretelas de lo que sea.
Y cosas, señales, efectos y afectos que nos la recuerdan, nos la reviven.
Uno de esos estiletes tiernos y elegantes, de no explicada nostalgia y reiterado filo, es “Caracola”, que para mejor delicadeza ya comienza en amoroso diminutivo. Desde la primera vez que la escuché, y todas las siguientes, una emoción, honda y difusa a un tiempo, roza con suave precisión la frágil neurona correspondiente.
En vez de protestar, prefiero agradecértelo, Javier Bergia, mientras un negrísimo mirlo se posa ahí delante, como solidario, compadecido de esta zozobra.

1 comentario:

  1. La primera vez lo escuché contigo. Compré el CD, hay otras 2 más, que me gustan mucho, pero Caracola es mi favorita. Siempre que lo escucho, esa la repito mínimo 3 veces. Gracias a Bergia y también a ti.

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