martes, 31 de marzo de 2015

Mónica de Toledo



Después de terminado el recital,
te lo dije allí mismo:
que (contra el aburrido mecanismo
en que se ha convertido el ritual
del saludo fugaz, convencional)
tus besos estampados en mi barba
con ímpetu pujante, vigoroso,
me habían resultado sorprendentes,
de efecto tan feliz como asombroso.

También esa energía
que desplegaste con los instrumentos
hasta dejarme en el azoramiento
de mis manos vacías.
Con cortés desaliento
te comenté que nadie ya respeta
ni obedece mis canas.
¿Tanto parezco ya frágil profeta?
¿Tan Beda el Venerable que las mozas
se ocupan con primor y alma galana
de un posible carroza,
de integridad tan flaca e indecisa?
Luego me dio la risa
al recordar ese episodio raro;
la luz de faro
del resplandor en tus oscuros ojos,
en tu ropa, acaso en tonos rojos,
en tu pelo, desconocido y brujo,
tu sonrisa, tan franca y tan de lujo.

Mónica, te saludo
en una pausa que me ha concedido
un ataque de alergia que he tenido,
no demasiado agudo.

lunes, 30 de marzo de 2015

Al insigne, en el que fuera su transatlántico desplazamiento



¿Qué hondo estupor, qué imprevisto asombro causarás en gentes de tan otro y distante, y aun remoto, continente?
¿Cómo serán los gestos, los atropellados pensamientos, las frases espontáneas o bien calculadas, simples o retóricas, de verbal lucimiento o quizá apocado y romo trastabilleo, con los que interlocutores tan desconocidos e inadvertidos corresponderán a tu invicto exordio?
¿Qué reacción en sociedad, qué admirables reseñas de prensa, qué críticas literarias, incluso cinematográficas intentarán, acaso en vano, acercar a la pública opinión del Uruguay la sensación de tu llegada, de tus imponentes empaque y presencia, de tu sonora y abaritonada voz jupiterina en el momento de saludar a la plebe o a los laureados tribunos con la clásica, elegante, senatorial oración “Hola, soy Charly”?

N. del A: Al cierre de la edición, una duda nos atenaza y encocora: ¿será Charlie la ortografía “correta”?

domingo, 29 de marzo de 2015

Entretenimientos



El día de la mujer trabajadora; el día de la infancia; el día del orgullo “gay”.
El día de apagar, unos minutitos solamente, la iluminación de los monumentos célebres del mundo mundial para creernos que de verdad andamos preocupadísimos por la ecología y así…
En estas delicadas acrobacias del simbolismo nos vamos entreteniendo, guerras aparte.
Yo, anoche lo celebraba con jamón ibérico al horno, queso roquefort y ginebra con limón.
Y hoy, esta mañana de domingo, a los mirlos cantores de las siete, los silenció la niebla que se vino del mar a las ocho, que ahora son de repente las nueve, porque tenemos otra vez el pequeño rito chorra de cambiar la hora en los relojes de la casa. (El Plegablito, que es listísimo, la cambia sin ayuda.)

Otras mañanas de domingo, cuando despertábamos,
yo percibía
el brillo de tu primera mirada,
la cara interna de tus muslos.
Y me parecían señales del Paraíso.  

sábado, 28 de marzo de 2015

Jordi González



Como el dinero nos gusta a todos, seguramente, a Jordi también: es más, cabe suponerle un plus de afición, debido a su naturaleza catalana.
(Ojo que los tópicos no suelen carecer de sustrato: “cuando el río suena, agua o piedras lleva”.)
Así pues, damos por sentado que a este hombre, de sonrisa cortés y modales comedidos, le pagarán bien el esfuerzo de fingir que se adapta con una mínima satisfacción al encargo de embridar el grotesco aquelarre de grosería e histeria, de gritos tribales y cavernarios, que dieron los numerosos participantes en el “espectáculo” con el cual cerró Telecinco el concurso rabioso de estos dos meses últimos.
Tal como estaba previsto, en un certamen hecho casi a medida, influido hasta la náusea por el sesgo favoritista de la cadena, la ganadora fue esa ejemplar ciudadana, paradigma de seny, moderación y dulzura, a la que hace años tienen contratada para que anime, con su elegancia y buen hacer, a la sutil audiencia que la distingue con aplausos, berridos o burlas, según.
Fue una velada edificante. ¿Por qué no hacerle al ministro Vert una pancartada de protesta, multitudinaria, vehemente, a ser posible por el centro de Madrid, ya que la “cultura popular” parece estar a esos primorosos niveles? Y que no falten banderas comunistas y republicanas, por favor, que son las que molan, las que dan el puntito.

viernes, 27 de marzo de 2015

Con la técnica y el oficio



que el cine americano del norte (como quien dice, USA) suele mostrar, “Obsesión” comienza siendo un más o menos drama que incorpora elementos más o menos transitados y previsibles (la gente que llevamos toda la vida yendo al cine tenemos poco margen para la sorpresa) aunque va creciendo en intensidad hasta aceptables cotas de pánico y violencia en las secuencias finales.
El personaje del mozo criminal y obsesionado reviste toda la gama de matices que lo hacen eficaz prototipo de odioso: casi un cliché. Pero funciona.
Y claro está, la incontestable belleza de López ilumina toda la cinta, mientras cumple con nota su papel y vuelve a subrayar su condición de ejemplo, cuando se habla de la hermosura de la mujer iberoamericana, a la que la impropiedad a veces interesada y las inercias prefieren llamar “latina”.