domingo, 27 de abril de 2014

La ocurrencia de la española



La vulgaridad machista con la que has interpelado a tu consorte, procurando que pasara por “gracieta” la castiza palabra “cojones”, le habría costado la crucifixión a tu maridito si la ocurrencia hubiera sido de él.
Pero la conducta de Femen y del resto de las petardas del feminismo asilvestrado y combativo ya las define a diario, anécdota tras anécdota, y no dirán ni “mu”; o aplaudirán a tope, con sus típicos rugidos.
Cabe suponer que de repente te subieron unos calores pasionales de la piel de toro. Igual en casa tú llevas los pantalones, eso carece de importancia.
Pero la sutilísima brisa de humor y la elasticidad en la contestación que, con guasona gentileza, te concedió tu “macho” son el arma con la que nunca devolverán Gibraltar esos ventajistas “modosos”, esos tahúres que son los hijos de la Gran Bretaña.
Entérate, simplona.

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