martes, 21 de enero de 2014

La entrevista



El gato escaldado, del agua fría huye. (Ya os tengo advertidos de la referencia frecuente que me proporcionan los refranes.)
Así que anoche, presintiendo que la entrevista sería tan anodina como de costumbre, me entretuve con cualquier otra cosa.
Y hoy, no faltaría más, todas las emisoras me han servido en bandeja, con mediocre machaconería, fragmentos (“totales” los llaman, panda de cursis) de lo poco y desvaído con lo que se manifestó el registrador, aunque también es verdad que la entrevistadora, por muchas medallitas de “periodista” brillante que se y, con peloteo, le pongan, tira a fría, plástica, adocenada y más ruido que nueces, como todas (y todos: qué contentos estamos).
Ella buscaba, con torpeza rutinaria y visible escasez de recursos, uno de esos obvios y previsibles titulares, presuntuosamente aspirantes al Pulitzer; el otro, veterano resabiado y gallego, a mayor abundamiento, cobardeando en tablas, ya sabía que no iba a soltar nada que no le conviniese.
El deprimente pasmo de todo esto es que (no hace tanto como para que se olvide), hartos sobremanera los votantes de las cagaditas zapateriles, concedieron a Mariano una mayoría tan numerosa que habría podido corregir mucho de lo que andaba mal; y, en grandísima medida, nos ha decepcionado.
Mala suerte, estos tiempos enanos que nos han tocado.

1 comentario:

  1. Me molesta enormemente el uso tan frecuente de la palabra Totales, cuando el termino a usar sería Parciales, ¿no?. Cursis, además de chulitos y analfabetos. De la entrevista, mejor no hablar aunque fue muy ilustrativo el compadreo y la familiaridad del entrevistado con la entrevistadora a la que tuteó (...querida Gloria...) de forma reiterada.

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