jueves, 23 de enero de 2014

Bla, bla y bla



Monigotes sin relieve, cansinos, vacíos, o rellenos de falsedades manidas y “argumentos” pedestres, los pericones de nuestros partidos políticos se dedicaron ayer en el Congreso a presumir de barniz, citando, rematadamente mal, frases de la Biblia que intentaban usar como soporte de sus infames mediocridades, de sus ineptitudes, de sus habituales manejos con finalidad de egoísta, ávido, usurero trinconeo.
Están agotados y nos agotan.
España no se merece esto, chapuceros.
Y luego, ¿habrá quien se queje de que tarde ya, o más tarde, la gente que viene demostrando más paciencia de la debida, termine por sacar la escoba? ¿Por llevar a cabo una espectacular escabechina?
Vuestro exceso de confianza, vuestra arrogante ceguera y vuestra temeridad son algunas señales que marcan vuestra condición de ceporros insaciables.
¡Qué mal rollo, tíos!    

1 comentario:

  1. Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Lucas 23:34

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