lunes, 18 de noviembre de 2013

Con muchos trastos viejos



Por ejemplo, una bañera bastante reventada.
Unos cuantos armarios destrozados, sillas, asientos despatarrados, cosas desperdigadas por el suelo, como trozos de tela metálica, un colchón reliado como un cartucho o un canelón, ropa a punto de basura, fragmentos de pared, cualquier chisme, doméstico o no, que se nos ocurra con tal de que esté sobre todo sucio, con el peor aspecto imaginable.
Añádanse manchurrones caóticos, brochazos a discreción, insertos sin aparente venir a  cuento. Se hace una reseña en TV2, durante la cual (con farragosas semblanzas, análisis metafísicos, hipótesis alambicadas sobre las supuestas intenciones oníricas, simbólicas, y cualquiera sabe qué, del artista) se nos va sumergiendo en un infinito laberinto de estupor y aburrimiento.
Se nos comunica que este acontecimiento tiene lugar en ese edificio admirable y alarmante, fascinante y marciano que es el Guggenheim de Bilbao. Que es un homenaje-exposición de obras de Antoni Tàpies, y que han bautizado a este rechinante retablo de maravillas “Del objeto a la escultura”.
Con las vacas sagradas no hay que meterse. Será que tengo el día iconoclasta.

1 comentario:

  1. Por momentos pensé que te referías a las calles de Madrid, según parece, fuente de inspiración del susodicho pseudo.....

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